Las desapariciones y los daños a los vehículos eléctricos se multiplican en verano | Dbizi atraviesa este mes por una nueva crisis con la mitad de las unidades fuera de servicio a causa de acciones vandálicas obra de adolescentes
AINGERU MUNGUÍA
Domingo, 2 septiembre 2018
El Diario Vasco
«Estoy deseando que empiece el curso escolar». Así nos resume Jaione Gastañares, responsable del préstamo de bicicletas eléctricas, la situación del servicio durante este mes de agosto. Las desapariciones de vehículos, los daños y las incidencias registradas se han disparado hasta el punto de tener que reforzar el personal de mantenimiento para disponer de un mínimo de unidades en las estaciones.
La Semana Grande fue el momento más crítico. Desde que se reorganizara Dbizi en 2013 han desaparecido 114 bicicletas, el 45% de las que se han puesto en la calle. Los responsables de esta situación no son los abonados, sino adolescentes que fuerzan los vehículos sin emplear la tarjeta correspondiente, 'hacen el cabra' con ellas y luego las abandonan en cualquier sitio. Estos episodios se disparan siempre durante las vacaciones escolares. Los encargados de la puesta a punto del sistema sueñan con la vuelta al cole.
Hay un cierta resignación entre los miembros de Bonopark, la empresa encargada de gestionar el servicio de préstamo de bicicletas eléctricas en la ciudad. «Todos los años la Semana Grande es dura para nosotros, pero este año...» Jaione Gastañares no sabe por dónde empezar a explicar, aunque las imágenes de las dos unidades en el Urumea ilustran bien la situación. «Éste ha sido el verano en el que hemos tenido más vandalismo; 2015 fue malo, pero éste ha sido peor»
Los datos
114 bicicletas eléctricas han desaparecido desde el año 2013, lo que supone el 45% de todas las que se han puesto en la calle.
Abandono
De las 1.141 bicis abandonadas fuera de las estaciones este año, 510 incidencias se produjeron en julio y agosto.
Operativas
Tras Semana Grande, solo había operativas 55 de las 125 bicis que dispone Dbizi.
Han desaparecido menos bicis que otros años pero se han producido muchas más incidencias. Algunos jóvenes cogen los vehículos para volver a su casa tras una noche de fiesta y las abandonan en cualquier sitio. En otras ocasiones las utilizan para hacer cabriolas con la despreocupación de que no son suyas y no tendrán que encargarse de arreglar los desperfectos.
Los principales daños que presentan las bicis son pinchazos de rueda trasera, cadenas y carenados rotos, horquillas torcidas, y ruedas dobladas. En algunos casos han sustraído la batería del vehículo, le han cortado los cables, incluso se ha llegado a recoger una bicicleta «quemada».
Los responsables de estos daños no son abonados al sistema Dbizi. Se trata de chavales muy jóvenes que se acercan a una estación y para sacar una bici lo que suelen hacer es forzar el enganche a base de tirones. «Luego las estrellan contra muros, bajan escaleras, circulan con ellas campo a través, hacen continuos derrapes...» Cuando se cansan las abandonan. Este divertimento juvenil deja un reguero de daños en las estaciones, en las bicis y eleva los costes de encontrar, recuperar y reparar las unidades de un servicio que ya es deficitario de por sí.
Solo durante este año Dbizi llevaba registrados hasta la semana pasada 1.141 «incidencias», término empleado para referirse a las bicicletas que se abandonan fuera de las estaciones. De esta cifra, el 44,69% se han producido durante los meses de julio y agosto. La mayoría de los vehículos que son abandonados en la calle han sido extraídos de las estaciones que Dbizi tiene en el Antiguo y en el barrio de Gros. Los ciclos suelen aparecer en zonas como Aiete, Aizkorri, Errotaburu, paseo de la Fe, Marrutxipi, Intxaurrondo, paseo Eduardo Chillida, Parte Vieja, Puerto, Zurriola, incluso en Trintxerpe.
Diez más en julio
Hay bicicletas dañadas, otras son abandonadas en cualquier lugar de la vía pública, pero es que hay muchas que no vuelven a aparecer. De las 250 unidades que se han puesto en la calle en los últimos cinco años, 114 han desaparecido. Eran 104 hasta comienzos del verano, pero en julio hay que sumar otras 10. Las que se han 'esfumado' en agosto se contabilizarán dentro de un mes, porque siempre se dejan 30 días de margen para ver si aparecen en ese periodo.
El aumento del vandalismo durante la Semana Grande dejó el servicio en cuadro. Los usuarios no encontraban vehículos para trasladarse en las estaciones. De las 95 bicis activas que había, 40 estaban en el taller. Bonopark tuvo que echar mano de personal de Madrid para ayudar a las seis personas que se encargan del servicio en Donostia. En la semana del 20 al 24 de agosto se logró poner 80 bicis en la calle y se confía en que según avance el verano se vaya normalizando la situación. «El 70% de las bicis que entran en el taller es debido al vandalismo, no por el uso normal que hacen los abonados».
La responsable de Dbizi explica que tienen reuniones de coordinación con la Guardia Municipal, cuerpo que ha logrado identificar a algunos jóvenes. «Se han puesto multas y ha habido algún juicio», explica resignada Gastañares, consciente de que este fenómeno es difícil de frenar. «Ocurre en otras las ciudades y el pistoletazo de salida son las vacaciones». La concejala de Movilidad, Pilar Arana (PNV), asume que el vandalismo «ha repercutido muy negativamente en la calidad del servicio» este verano. «La Guardia Municipal actúa, pero hay que apelar al civismo de nuestros jóvenes porque tenemos un servicio de lujo que se está echando a perder por estas conductas».
Los 2.800 abonados a Dbizi comparten resignación con la empresa gestora. «Hay alguna queja por el mal estado de las bicicletas, pero no muchas. Comprenden el problema». El único consuelo es que los verdaderos usuarios montan más en las bicis en mayo u octubre que durante el verano, cuando ellos también están de vacaciones.
https://www.diariovasco.com/san-sebastian/haces-vacaciones-destrozo-20180902000923-ntvo.html
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