Muchas bicis siguen transgrediendo la norma que entró en vigor el 1 de enero y que las envía a la calzada
La Guardia Urbana, que dio un periodo de tregua, apenas ha impuesto algunas multas en lo que llevamos de mes
Luis Benavides
Barcelona - Martes, 12/02/2019
Desde el pasado 1 de enero ya no se puede pedalear por la inmensa mayoría de las aceras de Barcelona. En la práctica, sin embargo, nada ha cambiado. Basta con salir a la calle para comprobarlo. Muchos ciclistas siguen circulando entre los peatones. Una de dos: o por absoluto desconocimiento o porque los infractores creen que continúa el periodo de gracia estipulado por el ayuntamiento. Mientras, cientos de motocicletas invaden las aceras para desesperación de los activistas de la bicicleta, que observan en esta permisividad con el sector motero como un claro agravio comparativo.
Durante el primer mes de la entrada en vigor de la medida, si un agente de la Guardia Urbana interceptaba a algún ciclista circulando entre viandantes, le recordaba que esta infracción conlleva una sanción económica de entre 100 y 500 euros. EL PERIÓDICO ha pedido el dato, el de las personas advertidas por miembros de la policía local a pie de calle durante el mes de enero, pero fuentes del ayuntamiento aseguran que la cifra no existe porque al no abrirse un procedimiento administrativo esas intervenciones no quedaron registradas en ninguna parte.
A partir del 1 de febrero, pasados los 31 días de gracia, cabía esperar una lluvia de multas. Pero no. Las mismas fuentes municipales recuerdan que la política de sanciones es progresiva, y que el dato ahora mismo es poco relevante. Son pocas. "Nuestros servicios jurídicos están a la expectativa; a ver qué nos encontramos", explica Carles Benito, miembro de la entidad Bicicleta Club de Catalunya (Bacc), quien considera "desproporcionado" imponer a los ciclistas que circulan por las aceras unas sanciones cuyo importe puede duplicar el de "infracciones mucho más peligrosas como saltarse un semáforo”.
El colectivo ciclista, si bien reconoce que su hábitat natural son los carriles bici por la calzada, se siente criminalizado por una normativa que intenta acabar con la ley de la jungla tras cierta psicosis producida principalmente por la proliferación en los últimos dos o tres años de todo tipo de vehículos de movilidad personal (MVP). Los ciclistas, abanderados de la movilidad sostenible, ven cómo sus primos motorizados, los motociclistas, siguen ocupando las aceras en perjuicio de los peatones. En este punto, el Bacc observa una discriminación. "Siempre hemos defendido que las aceras deben ser de los peatones, pero no puede ser que den carta blanca a las motos, y a las terrazas, que muchas veces no cumplen la normativa y no se persigue suficientemente", explica Benito, quien considera peligroso lanzar el mensaje de que los motoristas pueden aparcar donde quieran sin problemas porque eso desincentivará el uso de la bicicleta.
Con el reglamento en la mano, solo está permitido transitar las aceras a pedales entre las 22.00 horas y las 7.00 horas –si las aceras miden más de 4,75 metros y disponen de 3 metros de espacio libre de paso- o en el caso de acompañar a un ciclista menor de 12 años. Y no hay más excusas que valgan. Los ciclistas pueden circular por cualquier calzada, excepto las rondas. Además, según el ayuntamiento, el 90% de los barceloneses disponen de un carril bici a menos de 300 metros de su casa y unos 1.000 kilómetros ‘pacificados’. Este segundo grupo incluye calles peatonales de plataforma única, donde las bicicletas tienen prioridad sobre el resto de vehículos pero no sobre los peatones y pueden circular en los dos sentidos de la vía, y las calles limitadas a 30 kilómetros por hora, donde los coches y las motos no pueden avanzar a los ciclistas.
Sin aparcamientos suficientes
En el marco de la campaña ‘Las aceras, para los peatones’, el Ayuntamiento de Barcelona editó una pequeña guía centrada en el estacionamiento de las motocicletas en el 2018. Por todos es sabido que las motos solo pueden circular por la calzada, pero la normativa sobre el aparcamiento sigue siendo una gran desconocida entre la parroquia motera, o eso parece. El medidor láser no engaña: un elevado porcentaje de moteros aparca donde quiere o puede, pero no donde debería.
El número de ciclomotores y motocicletas sigue creciendo, y el número de aparcamientos en la calzada no ha aumentado en la misma proporción. Esto explica, en parte, que muchos de estos vehículos de dos ruedas se amontonen encima de la acera, y en muchas ocasiones obstaculizando el paso de los peatones, personas con carrito o en sillas de ruedas. Según fuentes municipales, han creado 4.500 plazas de aparcamiento para motos en calzada desde el 2015.
https://www.elperiodico.com/es/barcelona/20190212/aceras-barcelona-ocupadas-ciclistas-motos-aparcadas-7300467
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Gracias por participar y ánimo con la información a ciclistas y peatones