Vecinos y usuarios piden al Observatorio de la bicicleta que la prioridad sea peatonal en el bulevar de Sagasta

Estimados miembros del Observatorio de la bicicleta de Zaragoza:

Hemos podido conocer que hoy lunes se celebra sesión ordinaria de la Comisión Permanente del Observatorio Urbano de la Bicicleta en Zaragoza, y queremos presentar una propuesta relativa a la continuidad ciclista y peatonal del Paseo de Sagasta.

La bicicleta es el vehículo más próximo a la marcha a pie en términos de velocidades, espacio ocupado y masa. Tienen ventajas comunes como la de no depender de motores y fuentes energéticas externas al ser humano, no producir apenas residuos ni ruido; son los más saludables y convivientes, y potenciales aliados en la movilidad sostenible. Por eso desde ACERA PEATONAL apoyamos las medidas correctas destinadas al fomento del uso de la bicicleta como medio de transporte en la ciudad.

Sin embargo la bicicleta es un vehículo y como tal su lugar preferente debe ser la calzada, junto a los demás vehículos. Las excepciones a esa regla deben analizarse una a una, y la creación de vías ciclistas no debe hacerse nunca a expensas del espacio peatonal.

Ciertamente, muchas veces también los peatones vamos con prisa y somos obstáculos los unos para los otros. Razón de más para preservar los Paseos como un delicado ecosistema antropológico -quizá el último exponente de una forma de entender la ciudad y cómo habitarla- que debe permanecer completamente libre del concepto de "circulación" de cualquier vehículo, al que siempre le será inherente la velocidad como elemento positivo para llegar cuanto antes a su destino.

Por consiguiente, el espacio de los viandantes no se debe pensar únicamente desde criterios circulatorios, de reglas y dimensiones para la movilidad peatonal, sino también y sobre todo desde criterios sociales, urbanísticos, paisajísticos y ambientales. El espacio peatonal es un espacio para estar.

Ante el comienzo de la actuación destinada a la continuidad ciclista y peatonal del bulevar de Sagasta nos comprometimos con los vecinos de la zona a facilitar información sobre una actuación que puede afectar en gran medida al uso habitual del bulevar. Para ello solicitamos información al área de Servicios Públicos y Movilidad, que nos comunicó la intención de modificar la zona de juegos infantiles, vallando tres de sus lados, y habilitando de hecho una zona de paso preferente para los ciclistas.

Ante esta propuesta de actuación MANIFESTAMOS nuestro asombro porque una vez más la convivencia en una zona peatonal se quiera materializar retirando a los peatones de ella, sin atender al uso lúdico, de juego, de libertad y tranquilidad que tiene el bulevar, y de forma más significativa ese parque infantil. Creemos que así se presentaría al ciclista como un indeseable invasor, carácter que le acompañaría en todo su recorrido por el bulevar, eliminando la posibilidad de convivencia.

Hemos cumplido nuestro compromiso informando a los afectados en la propia zona de juegos, recibiendo su asombro ante una actuación que resultaría sumamente agresiva para una de las pocas zonas de juego infantil del Centro. Han sido muchos los que han incidido en la necesidad de una movilización de los vecinos de la zona, no dispuestos a aceptar esa propuesta, que atacaría al ser de la zona de juegos.

Esta actuación interpretaría la convivencia entre peatones y ciclistas en el bulevar peatonal de Sagasta vallando la zona de juegos para que niños y mayores no molesten al ciclista, despreciando la prioridad del peatón en su territorio natural, en la zona más sensible del bulevar.

PEDIMOS a este Observatorio que escuche a los afectados e interprete la prioridad peatonal del bulevar recomendando una solución que no contemple la instalación de ningún tipo de valla que rompería la libertad de juego de niños y mayores.

PEDIMOS que para garantizar la seguridad y transmitir de forma clara el mensaje de convivencia en zona peatonal, se informe al ciclista que en ese tramo debe apearse de la bicicleta y continuar a pie hasta terminar el parque infantil, donde siempre será bienvenido como un viandante más. Para ello puede emplear las señales previstas en el Plan Director de la Bicicleta y que adjuntamos como propuesta.

Encerrar a los niños, considerar a los que juegan o acompañan el juego en el parque como potenciales obstáculos para la circulación de ciclistas en una zona peatonal, es un error que pervertiría la idea de convivencia, rompería el principio de prioridad peatonal inherente al bulevar, y convertiría a los potenciales aliados en adversarios de una batalla mal enfocada. 

Los niños necesitan respeto, no vallas.

Confiamos haber aportado nuevos matices a su visión sobre esta zona, y esperamos  que  puedan replantear esta actuación por otra que respete la prioridad del peatón, el carácter lúdico y de encuentro del bulevar, y fomente la convivencia entre peatones y ciclistas, aliados en un cambio en profundidad en el modelo de movilidad.