Alberto Martínez García

Son muchos los colegios que existen en las ciudades españolas, y tantos como centros educativos son los problemas referidos al tráfico a la hora de la entrada y salida de los más jóvenes.
Es triste decirlo, pero es así. Si por la mañana o a media tarde ves muchos coches con los warning puestos, en doble fila o subidos a los bordillos, es probable que no estés lejos de un colegio. Y es que así somos, que siempre vamos con prisas, y esto de recoger a los peques al fin y al cabo es un minutito. Además, cuanto más cerca de la puerta mejor, que las inmediaciones del cole son peligrosas pues vienen muchos coches.
Malas costumbres “justificadas”
Los conductores somos los primeros profesores de autoescuela que tienen los pequeños y esto es así. Es especialmente relevante en edades tempranas donde el aprendizaje del pequeño se sustenta en la observación y la imitación de quien es su figura de referencia (madre, padre, hermano/a mayor, profesor etc.).
Obviamente imágenes como las que se ven en este artículo no son el mejor ejemplo para los más pequeños puesto que se trata de infracciones al código de circulación, pero el problemón viene cuando estas faltas se dan a diario y acaban siendo aceptadas por el más joven.
Para más inri, este fallo en el aparcamiento pocas veces queda solo, ya que además de dejar el coche donde sea o donde se puede, no es raro acompañar a los pequeños a la puerta, cruzando de la mano, sí, pero no siempre por un paso peatonal.
Falta de educación e inseguridad vial.
Pese a que la educación en España está lejos de ser la mejor del mundo, hay lugares donde todos tenemos que tener algo más de cuidado. Sí, obviamente hablo de las puertas de los colegios. El caso es que los pequeños no deberían ver una cosa mal hecha a la salida del sitio donde aprenden a hacer todo de la manera que es debido.
Damos mal ejemplo en el peor sitio posible, las puertas del colegio
Todo esto que hoy expongo es una crítica al mundo pues que tire la primera piedra quien no haya realizado una maniobra prohibida justificándola con un “no pasa nada” o “es un minutito”.
Tráfico = enfado y frustración
Todo lo que se puede observar en las imágenes además lleva a otro problema no menos típico en el día a día en una gran ciudad. No es otra cosa que la frustración y el enfado que puede suponer el quedarse parado o no avanzar todo lo deseado en el tráfico urbano. Esto nos puede llevar y así es, a hacer un comentario poco acertado sobre los demás conductores o a enfrentarnos directamente a otro, situación esta última algo menos frecuente pero que por desgracia se da.
Por último, también vale la pena comentar las dificultades que pueden encontrar los autobuses urbanos para realizar sus trayectos así como los problemas que pueden tener ciertos colectivos (personas con movilidad reducida y ancianos) para subir o bajar de los vehículos en unas paradas que puede estén obstaculizadas por algún que otro coche en doble fila.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar y ánimo con la información a ciclistas y peatones