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Cada día disfruto más paseando por mis parques. Y digo mis parques porque muchos de ellos están cerca de casa y los considero míos, como una...

lunes, 28 de octubre de 2013



La dictadura de la bici


MIÉRCOLES, 23 DE OCTUBRE DE 2013
Reconozco que los años quizás me están haciendo algo irritable y poco tolerante. Hay cosas de la supuesta modernidad que me parecen sin sentido y en las que priman los deseos y los gustos de la masa sobre el sentido común.

Ahora lo guay es ser ecologista, llevar botellas de agua en la mano a todas partes, la llamada ropa informal aunque se asista a una recepción Real, las zapatillas para hacer gozar del olor de nuestros pinrreles a todos los vecinos y la gorra de béisbol a ser posible con la visera a la espalda aunque se esté en el Museo del Prado.

Todas estas gilipolleces juntas tienen un icono supremo que es la bicicleta. Por arte de mágia se ha convertido en el vehículo por excelencia de nuestras calles y carreteras. Al grito de que es muy sano desplazarse sobre las dos ruedas y no se contamina, la bicicleta tiene una especial bula inviolable.

La masa así lo ha decidido. No vale con que uno tenga tantos años y las caderas tan gastadas que no pueda usarla, o que tenga problemas de movilidad, o que su cansado corazón la convierta en la perfecta arma de suicidio, ni que se tengan problemas respiratorios que puedan dejar un cadáver morado sobre su sillín. La bicicleta es la reina del asfalto y no hay nada más que decir.

Mis cansados ojos están hartos de ver que muy pocas, por no decir ninguna, respetan las normas de circulación, los semáforos, los derechos de paso, las aceras, y hay que tener más ojo en vigilarlas para que no te atropellen que con los coches. Tienen bula, no tienen matrícula y nadie osa protestar por su arrogancia y agresividad.

En Madrid, que no es una ciudad especialmente cómoda para pedalear, se han diseñado carriles bici, se meten por dirección prohibida y provocan más de un susto a los automovilistas, que no deben protestar porque la masa ha decidido que la culpa es de ellos. Ahora, por si no fueran suficientes los atascos que sufre la ciudad, la simpar Ana Botella está llenando las calles de un carril bici que sólo los coches pueden pisar si no superan los treinta kilómetros por hora. Se quita un carril al tráfico, que son miles de coches que pagan sus muchos impuestos, y se cede gratis total a las bicicletas que no pagan ninguno. Un amigo me dice que es un hábil truco para aumentar la recaudación de multas colocando radares para cazar a los coches que superen tan ridículo límite. Puede ser, el Ayuntamiento que esta lleno de funcionarios se dedica día y noche a buscar artimañas para meternos la mano en el bolsillo y poder seguir alimentando la maquína funcionarial.

Pienso todo esto trabajando en la mesa de mi taller, porque al llegar esta mañana he visto que en una calle próxima a la mía habían señalizado en el asfalto uno de esos nuevos carriles ‘sólo bici’. Si ya había atascos en ella ahora habrá muchos más, pero todo sea por lo moderno, por lo sanos que estaremos todos y por evitar la contaminación. Nunca tantas mentiras fueron posibles.

3 comentarios:

  1. ¿Podéis poner la fuente o el nombre del autor de esta sarta de barbaridades?
    ... porque no me cre que esto lo hayáis escrito vosotros. De hecho, me sorprende que le déis difusión a algo como esto.

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    Respuestas
    1. Disculpa por no poner el origen, ya que siempre lo hacemos si no es nuestro.
      http://www.arndigital.com/cultura-y-sociedad/noticias/7692/la-dictadura-de-la-bici/

      Por otra parte ponemos distintas opiniones porque la realidad, creemos, se hace entre todos.
      UN SALUDO

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  2. A mí no me parecen "barbaridades", me parece que expresa un percepción compartida por mucha gente que no es precisamente "bárbara", sino todo lo contrario

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Gracias por participar y ánimo con la información a ciclistas y peatones