A finales de Enero de 2015, conocimos
por la prensa la iniciativa que, partiendo de un acuerdo entre la Concejalía de
Movilidad del Ayuntamiento, cuya titularidad ostenta Doña Carmen Dueso y el
concejal de Izquierda Unida, Don Pablo Muñoz, presidente del Observatorio de La
Bicicleta, iba a habilitar unas 1.000 calles de nuestra ciudad para la
circulación de bicicletas.
1.CALLES
DE CIRCULACIÓN RESTRINGIDA: por donde van coches que también vayan bicis
En principio, la noticia hablaba
de calles “semipeatonales”, de circulación restringida. Parece entenderse por
tales las numerosas vías del Casco Histórico por cuyas calzadas sólo pueden transitar
determinados vehículos: residentes, servicios de urgencias, etc.. (Imagen 1)
No vemos inconveniente a que se
permita la circulación de ciclos por ellas, permitiendo así una mayor
permeabilidad de la zona para los ciclistas. El principio de por donde pasan coches y furgonetas, pasan
también ciclistas, resulta sencillo de entender.
Sí debe tenerse especial
cuidado con las consecuencias que una mala explicación de esta medida podrían
tener, ya que en ocasiones, estas calles de tráfico restringido conectan con
otras, o tramos de calles totalmente peatonales. Y en ellas no debe permitirse la circulación montado
en la bicicleta. En estas vías la ventaja del ciclista, como usuario de un vehículo
ecológico y versátil, no es continuar montado rompiendo el carácter peatonal,
sino desmontar y poder continuar como peatón, algo que ningún conductor de
coche o furgoneta puede hacer.
Entendemos que limitar la medida
a la elaboración de un catálogo conllevaría muchas dudas y malentendidos que
podrían llevar un uso incorrecto de esta posibilidad, más allá de sus límites,
así como a la imposición de sanciones no deseables, fruto de esa confusión.
Por ello abogamos por la correcta señalización de las calles
afectadas por este permiso (Imagen 2), de tal forma que el usuario de la
bicicleta, igual que el de otros vehículos, pueda conocer in situ por cuáles
puede circular. Un pequeño añadido que evita confusiones.
Sin BICICLETAS (Imagen 1) Con BICICLETAS (Imagen
2)
2.
ANDADORES
DEL ACTUR: un espacio exclusivo peatonal para encuentro y recreo
Sin embargo, poco más tarde
pudimos saber que entre esas mil calles, se tenía o barajaba la intención de permitir
la circulación de bicicletas en los andadores del Actur y quizá en otros
espacios similares de barrios como Romareda, Valdespartera, Parque Goya,
Arcosur…
Ante esta eventualidad, manifestamos nuestra oposición más rotunda.
Un Andador es una vía sin
tráfico. Una vía para la estancia, encuentro, vida. Todo eso que configura una
ciudad y que a todos nos gusta disfrutar en calma, alejados del tráfico.
La planificación del ACTUR fue
modélica en su día (es obvio el éxito que ha tenido). El diseño de sus viales,
con amplios espacios peatonales, permiten una convivencia espontánea, un
comercio en constante evolución y un ambiente al aire libre en permanente
efervescencia, donde padres y madres pueden dejar jugar a sus hijos con
razonable tranquilidad, y las personas mayores o con alguna discapacidad
disponen de un hábitat óptimo para el encuentro, esparcimiento y ejercicio
tranquilo, sin sobresaltos.
Plano que permite apreciar cómo el
acceso en bicicleta puede hacerse por la calzadas representadas en blanco,
combinando con desplazamientos a pie si se desea acceder a la puerta del
edificio ubicada en zona peatonal
Todo ello se vería seriamente
comprometido al introducir circulación de vehículos en un ámbito netamente
peatonal, donde las personas, desde el limitado punto de vista de la movilidad,
describen trayectorias o realizan cambios de rumbo y paradas imprevisibles y
súbitas, particularmente los niños, como es natural cuando habitan el espacio
que les es propio y por tanto pueden evolucionar en él con total confianza y
despreocupación.
De hecho, esa circulación
irregular hace años que es objeto de tan constante como inútil queja por parte
de los vecinos, aunque últimamente haya remitido en cierta medida (como en toda
Zaragoza) por la publicación de la célebre sentencia del Tribunal Supremo y sus
consecuencias.
En la zona que tratamos, no hay grandes distancias que salvar entre
una calzada y otra: apenas unas decenas de metros que, si no se tiene
intención de rodear en bici por la calzada o carril bici, son fácilmente
salvables caminado por los andadores con la bici. (Ver Plano)
Caminando como todo el mundo, ni
más ni menos. No hay ninguna gran distancia que justifique siquiera la
ocurrencia de semejante iniciativa. No pasa nada por caminar unos metros. No se debe permitir la circulación de
ciclistas por esos espacios peatonales, sino dirigir su tráfico a las calles
anexas, pacificando el tráfico en las mismas si fuese necesario.
Esta equivocada autorización para
invadir un espacio peatonal crearía notorios
trastornos e inconvenientes para los más vulnerables, los peatones. Incluso
nos encontraríamos con un inconveniente de orden jurídico.
En efecto, la mencionada
sentencia del Tribunal Supremo de 10 de abril de 2014 que desestima el Recurso
interpuesto por el Ayuntamiento a la sentencia 85/2012 del Tribunal Superior de
Justicia de Aragón, es meridiana cuando, en el apartado cinco de sus
Fundamentos de Derecho, a propósito de los conceptos “vía ciclista señalizada
en acera”, “zonas de prioridad peatonal”, “aceras” y “zonas peatonales”,
dictamina:
“….no deja (la Ley de Tráfico) lugar a ninguna duda sobre el destino
exclusivo de esos espacios para los peatones. Y a partir de este punto, huelga cualquier discusión sobre la
eventual utilización compartida de un mismo espacio por peatones y ciclistas,
pues se trata de algo legalmente no permitido.”
Incluso en un escenario en que el
contexto legal que permitiese al Ayuntamiento valorar la circulación ciclista
en andadores, creemos que debería primar la seguridad del más vulnerable, y
nunca promocionar la bici en su detrimento
Por todo ello solicitamos al Ayuntamiento, que dentro
de las acciones para humanizar la movilidad en Zaragoza, considere en primer e
inviolable lugar la seguridad de los más vulnerables, todos, los que nos
desplazamos a pie. Y así no autorice la
circulación de ciclistas por zonas exclusivamente peatonales. Pedimos,
igualmente, que trabaje para mejorar la seguridad de los ciclistas, los
siguientes a proteger en la pirámide de la movilidad.
RESUMIENDO: acceso restringido también
ciclistas, andadores exclusivos para peatones
1. La
circulación de ciclistas por calles de
acceso restringido (carga, descarga, badenes) debe estar precedida por una correcta señalización de las mismas,
que evite malentendidos. El ciclista deberá circular a baja velocidad y concediendo
prioridad al peatón. Por donde pasan
coches, también pueden pasar bicis
2. Los
Andadores del ACTUR, y similares,
son espacios exclusivamente peatonales,
dedicados a una convivencia alejada del
tráfico. Por ello no debe
introducirse tráfico ciclista en ellos, sino dirigirlo a las calzadas
anexas, interviniendo en ellas si es necesario
Caminar, estar, encontrarnos, sin
sobresaltos, es parte esencial de nuestra forma de ser, y debemos fomentarlo
para lograr una ciudad más humana y segura para todos. Debemos evitar
enfrentamientos entre peatones y ciclista. Y por supuesto trabajar en mejorar
las condiciones de circulación de los ciclistas, en calzada o carril bici. Así
mejoraremos Zaragoza, entre todos.
Gracias por
escucharnos y considerar lo que de acertado tengan nuestras reflexiones.